Afecta de manera prácticamente exclusiva a las mujeres y suele confundirse con un tipo grave de celulitis e incluso con obesidad. Hablamos de cómo tratar el lipedema, una enfermedad que desencadena acúmulos desproporcionados de grasa y líquido en el tejido subcutáneo de piernas y brazos.
A pesar de conocerse muy poco sobre esta patología, cuando se diagnostica es conveniente ponerle solución de manera temprana; de lo contrario, la sintomatología podría empeorar progresivamente, pudiendo ocasionar a quien la sufre dolor crónico y un deterioro notable en su calidad de vida.
Aunque existen soluciones conservadoras (que no precisan cirugía) para atajar el problema del lipedema, ninguna de ellas consigue erradicar totalmente la grasa patológica acumulada. El único tratamiento que lo garantiza actualmente es de tipo quirúrgico, y es un tipo de liposucción especial, diferente a la que se emplea con fines estéticos. A continuación vamos a ofrecerte más detalles sobre las causas que están en el origen del lipedema, los principales síntomas que contribuyen al diagnóstico de la enfermedad y cómo tratarla hoy en día con eficacia.
¿Qué es el lipedema? Definición
El lipedema es una enfermedad crónica y progresiva que consiste en el depósito anormal y excesivo de tejido graso subcutáneo, sobre todo en las piernas, aunque también afecta a los brazos. Lo que define al lipedema es la proliferación e inflamación significativa de las células grasas presentes en las caderas, los muslos, los brazos o la parte de las piernas comprendida entre los tobillos y las rodillas, zonas que se presentan con un volumen desproporcionado respecto del resto del cuerpo. Es un tipo de inflamación propia de mujeres delgadas que tienen las piernas excesivamente gruesas y en las que abunda la celulitis.
Según el tipo de afectación, existen tres grados diferentes o fases del lipedema:
- Grado I: la paciente muestra una piel en piernas y brazos con superficie regular y, aunque es blanda al tacto, se pueden palpar pequeños nódulos de grasa.
- Grado II: se nota una piel con superficie irregular y dura debido al aumento de la estructura nodular.
- Grado III: la superficie de la piel es adiposa sobre todo en caderas y tobillos, en los que abundan nódulos de distinto tamaño.
Cómo tratar el lipedema: ¿Por qué aparece? ¿Cuáles son las causas?
Aún no se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas que provocan la enfermedad del lipedema. Sin embargo, se cree que la genética y algunos trastornos hormonales como el hipotiroidismo, la diabetes tipo II o el síndrome de ovarios poliquísticos pueden contribuir a su aparición y suele manifestarse a raíz de un aumento notable de peso.
Según recientes investigaciones, el lipedema podría estar vinculado también al llamado síndrome de permeabilidad intestinal, otra enfermedad que presenta una estrecha relación con el gluten. Lo que sucede es que un cambio inflamatorio en la microbiota intestinal hace que unas proteínas llamadas citoquinas pasen al torrente sanguíneo y lleguen hasta las células grasas, inflamándolas y provocando que aumenten hasta diez veces su tamaño.
Lo que sí es seguro en la investigación de esta patología es que más del 99% de las personas que la sufren son mujeres, que se da en una de cada diez y que puede manifestarse en diferentes momentos de la vida de la mujer, como son la pubertad, la menopausia o en el transcurso de los embarazos.
¿Cómo saber si tengo lipedema?
Existen una serie de síntomas que comparten la mayoría de las mujeres con lipedema en las piernas y brazos, que son precisamente los que desatan la alarma ante un posible cuadro. En el primer grado, la enfermedad es difícil de detectarse, e incluso puede confundirse con otras patologías que también hacen que las extremidades aumenten de tamaño, por ejemplo la obesidad o el linfedema.
Lo característico es la desproporción de grasa entre la mitad inferior y superior del cuerpo y su afectación simétrica y bilateral, es decir, afecta a ambos miembros por igual, abarcando desde la cadera hasta los tobillos. Algunos otros síntomas identificativos son los siguientes:
- Sensación de hinchazón, pesadez y opresión constante en las piernas.
- Dolor sin motivo aparente, pero sobre todo al palpar la zona afectada por el acúmulo de grasa patológica.
- Mayor sensibilidad al tacto y al frío.
- Tejido subcutáneo duro al tacto.
- Aumento de volumen y distribución anormal de la grasa, que se localiza en las extremidades inferiores en mayor medida, aunque también en las superiores.
- Debido a lo anterior, se da una desproporción de tamaño en las partes afectadas por la inflamación con respecto al resto del cuerpo.
- Pueden aparecer hematomas espontáneos o equimosis.
- Arañas vasculares, sobre todo en la cara interna del muslo.
- Piel menos elástica, especialmente al flexionar la rodilla y el tobillo.
- Cambios tróficos en la piel.
El cuadro clínico empeora con circunstancias como la menstruación o el calor. Para llegar a un diagnóstico claro, es necesario que el facultativo realice una completa exploración clínica de la paciente, analizando el aspecto de sus piernas e investigando sus antecedentes. En ocasiones puede precisar también una ecografía abdominal y tiroidea, linfografía, ecodoppler venoso de miembros inferiores o elastometría ecográfica, sobre todo en los grados más leves de la enfermedad.
Y en caso de que existan dudas por su similitud con otras patologías como el linfedema, el médico tiene que realizar un estudio funcional del sistema linfático que le permita interpretar correctamente los resultados.
Tratamiento de lipedema sin cirugía
Bajar de peso no es una solución para el lipedema. Algunos tratamientos que ofrecen resultados satisfactorios son la lipomesoplastia o aplicación de fármacos, el drenaje linfático manual, la terapia de compresión y la liposucción. Cualquiera de los tratamientos deben enfocarse en reducir la disfunción que provoca el lipedema y detener su progresión, todo ello con el fin de mejorar la calidad de vida de la paciente.
La lipomesoplastia es un tratamiento de lipedema no quirúrgico que consiste en aplicar fármacos reguladores de la circulación y activadores del metabolismo directamente en la capa grasa de la piel. Lo que se consigue es la reducción del volumen de la zona afectada.
Mediante el drenaje linfático manual se alivia el dolor y la sensación de pesadez en las piernas. Pero es un tratamiento temporal que no consigue disminuir la grasa en los miembros inferiores.
En cualquier caso, siempre es conveniente combinar cualquier técnica con una alimentación adecuada y dieta para lipedema, como es la dieta antiinflamatoria y libre de gluten, así como de alimentos susceptibles de crear intolerancias. El deporte de bajo impacto y, sobre todo, la natación también ayudan a la mejoría. Lo mismo que la terapia con medias de compresión, la fisioterapia y el drenaje linfático.
Como decimos, estos tratamientos no eliminan el lipedema, pero pueden aliviar sus síntomas y mejorar la movilidad.
¿En qué consiste la operación quirúrgica de lipedema?
El tipo de liposucción aplicada a tratar el lipedema es la liposucción WAL (Water-Jet Assisted Liposuction), una técnica quirúrgica específica que debe ser practicada por un profesional experto en esta patología. Con ella el paciente recupera la forma y tersura original de su piel prácticamente de forma inmediata. El láser y los ultrasonidos, en cambio, no son adecuados para esta enfermedad.
En la liposucción WAL el médico estético lo que busca es eliminar las células adiposas enquistadas. Para ello se sirve de una pequeña cánula que introduce en la zona afectada mediante incisiones milimétricas para instilar suero salino con el que desprender los adipocitos. Mientras tanto, aspira poco a poco las células adiposas.
Por lo general, la operación de lipedema conlleva dos o tres cirugías en función de las zonas afectadas y el volumen existente en ellas, puesto que la cantidad de grasa que se extrae está limitada en cada sesión.
Se trata de una operación sumamente delicada en la que se deben respetar los vasos sanguíneos, el tejido conectivo y los vasos linfáticos. Por eso es muy importante que sea realizada por un profesional experto en lipedema, como los profesionales del Instituto de Cirugía Estética Millán Mateo, expertos en liposucción en Madrid.
Si tienes alguno de los síntomas que hemos comentado en este artículo y quieres saber si se atribuyen a un lipedema, en este centro liderado por el doctor Julio Millán Mateo realizaremos con precisión y la máxima profesionalidad la valoración médica que necesitas. También te asesoraremos sobre los resultados de la liposucción en un problema tan discapacitante como es la acumulación de grasa patológica en las piernas y brazos.
Y si ya estás decidido a someterte a esta técnica quirúrgica, pero te falta saber el precio de la liposucción en Madrid, no dudes en contactar con nosotros en el Instituto de Cirugía Estética Millán Mateo. Nuestro sistema de financiación personalizada en cualquiera de nuestros tratamientos no te defraudará. ¡Contacta con nosotros y te informaremos de todo sin compromiso!
Preguntas frecuentes sobre el tratamiento de lipedema
Sí, el lipedema es una enfermedad progresiva que puede agravarse con el tiempo si no se trata adecuadamente. Factores como cambios hormonales durante la menopausia pueden influir en su evolución.
Actualmente, no hay métodos comprobados para prevenir el lipedema debido a su origen genético y hormonal. Sin embargo, mantener un estilo de vida saludable puede ayudar a controlar sus síntomas.
Se aconsejan ejercicios de bajo impacto como la natación, caminar y ciclismo, ya que mejoran la circulación sin sobrecargar las articulaciones.
Aunque la dieta por sí sola no cura el lipedema, una alimentación antiinflamatoria y equilibrada puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar el bienestar general.
Aunque ambas condiciones implican acumulación de grasa, el lipedema es una enfermedad distinta que no siempre está asociada con la obesidad y no responde de la misma manera a la pérdida de peso.
Sí, muchas mujeres con lipedema experimentan dolor, sensibilidad al tacto y una sensación de pesadez en las áreas afectadas.
El tratamiento del lipedema suele ser multidisciplinario, involucrando a cirujanos plásticos, como el Doctor Julio Millán Mateo, fisioterapeutas y especialistas en linfología.
Sí, las prendas de compresión pueden ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor asociado con el lipedema.
En etapas avanzadas, el lipedema puede limitar la movilidad debido al aumento de volumen y dolor en las extremidades.
Aunque la liposucción puede eliminar la grasa afectada, el lipedema puede reaparecer si no se mantienen hábitos saludables y seguimiento médico adecuado