Tener unos senos excesivamente grandes y caídos no es solamente un problema estético. Muchas mujeres que lo sufren acaban desarrollando, con el paso de los años, algunos problemas de salud, como dolores de espalda y cervicales, y en casos extremos, daños en la columna vertebral, irritación en la piel o dificultades en la circulación linfática.
La mamoplastia de reducción o cirugía de reducción de pecho se presenta como la opción médica estética idónea para solucionar un cuadro de gigantomastia o mamas desarrolladas en exceso. Sin embargo, suele ocurrir que cuando las mujeres deciden someterse a esta operación es cuando ya se han manifestado algunos de esos síntomas y las molestias son ya difíciles de soportar por más tiempo.
La buena noticia es que la edad no influye en los resultados de esta operación plástica. Es igual de eficaz una reducción de pecho a los 50 años que una reducción de pecho a los 60 años, o cuando la mujer es más joven. Incluso en edades más avanzadas puede tener ventajas. ¡Lo vas a descubrir en este artículo!
En qué consiste la operación de reducción de pecho
La operación de reducción de pecho es una operación plástica que tiene como objetivo reducir el tamaño de los senos y remodelarlos. El cirujano reduce el tejido graso, la glándula mamaria y la piel que envuelve las mamas, de manera que se ajusten a un tamaño y forma más armoniosos y en consonancia con el resto del cuerpo. Con ello se aligera de manera significativa el peso de los pechos al tiempo que mejora la apariencia del busto.
La técnica quirúrgica que se suele utilizar supone realizar una cicatriz vertical en T invertida en la parte inferior del pecho. Con el tiempo y los cuidados adecuados, la cicatriz de reducción de pecho será prácticamente inapreciable.
Objetivos de la mamoplastia de reducción
Los objetivos que puedes conseguir al someterte a una reducción de pecho son:
- Tratar y corregir una gigantomastia.
- Obtener un pecho más pequeño y joven.
- Conseguir más firmeza y elevar un seno caído.
- Quitar un peso en las mamas que resulta excesivo e incómodo.
- Prevenir problemas de salud, como son el dolor de espalda, la escoliosis o los problemas cutáneos.
Para quién está indicada la reducción de mamas
Cualquier mujer, tenga la edad que tenga, es apta para practicarse una cirugía de reducción mamaria siempre que su estado de salud sea bueno. En mujeres muy jóvenes, no obstante, se aconseja que esperen al menos hasta los 20 años, edad en que suelen haber completado su crecimiento y estabilizado su peso de forma definitiva.
Por el contrario, la reducción de pecho a los 50 años presenta algunas ventajas, por no hablar del hecho de que siempre se puede lucir un pecho bello a cualquier edad. Hoy en día las mujeres llegan a los 50 o 60 años con más ganas que nunca de cuidarse y de verse atractivas, de ahí que sea una de las etapas en que más solicitan los servicios estéticos.
Entre las ventajas de operarse a esta edad, e incluso a edades más avanzadas, destaca por ejemplo que las características de la piel permiten una cicatrización menos llamativa, minimizándose de esa forma la huella de la cirugía.
Además, al reducirse notablemente el volumen de la mama y quitar tejidos de diferente naturaleza, se reduce también el riesgo de sufrir cáncer de mama.
Finalmente, otra ventaja es que las expectativas de los resultados a una edad madura son más comedidas, y los objetivos, más naturales y discretos, por lo que se facilita enormemente la planificación de la intervención con el cirujano.
La reducción de mamas se recomienda, por lo general, en los siguientes casos:
- Pechos muy grandes y caídos (gigantomastia). Provocan molestias funcionales y también rechazo estético.
- Pechos grandes. Se relaciona con la no aceptación del tamaño de las mamas por parte de la mujer, derivando en problemas de autoestima y de inseguridad en las relaciones con otras personas.
- Mamas caídas. Más que un exceso glandular y de grasa, se trata de un problema de exceso de piel.
- En ocasiones, la reducción mamaria se realiza conjuntamente con una elevación del pecho o mastopexia, con el fin de recuperar un aspecto más joven en la silueta. Se trata de reposicionar los senos flácidos o caídos en su sitio natural y recuperar la firmeza y el volumen perdidos por diferentes causas.
Reducción de pecho a los 50 años: ¿Afecta a la lactancia?
La reducción de pecho a los 50 años es una opción cada vez más popular para mujeres que buscan mejorar su calidad de vida y recuperar la confianza en su cuerpo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque a esta edad la lactancia no suele ser una preocupación, la cirugía puede afectar la capacidad de amamantar en el futuro.
Esto se debe a que el procedimiento puede alterar los conductos galactóforos y los nervios responsables de la producción y expulsión de leche. Si bien algunas mujeres pueden lactar después de una reducción de pecho, es fundamental discutir este tema con el cirujano antes de tomar una decisión, especialmente si se considera la posibilidad de tener hijos en el futuro.
Postoperatorio de la reducción del pecho
La cirugía de reducción de pechos se realiza con anestesia general y suele requerir una noche de hospitalización. En cuanto a la duración de la operación de reducción de pecho, la media está en una horquilla de 2,5 a 3,5 horas, en función de las características de la paciente.
El tiempo de recuperación tras la intervención es, como mínimo, de diez días, aunque lo normal es mantener los cuidados hasta dos semanas posteriores a la intervención. A menudo aparecen hematomas, inflamación y molestias de sensibilidad los primeros días después de la cirugía, pero son completamente normales. Es necesario esperar unas semanas para apreciar los resultados definitivos.
La reducción de pecho a los 50 años afecta a la sensibilidad?
La reducción de pecho a los 50 años puede conllevar cambios en la sensibilidad de los pezones y las mamas. Es común experimentar una disminución temporal de la sensibilidad o incluso entumecimiento después de la cirugía, debido a la manipulación de los nervios durante el procedimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la sensibilidad regresa gradualmente a lo largo de varios meses o incluso años.
Aunque los cambios pueden ser permanentes en algunos casos, muchas mujeres reportan una mejora en la calidad de vida y una mayor confianza en sí mismas después de la cirugía, a pesar de las posibles alteraciones en la sensibilidad.
Cuidados después de la cirugía de reducción de pecho a los 50 años
Los principales cuidados después de la cirugía son:
- Uso obligatorio de un sujetador adecuado durante mes y medio: elástico, sin aros y con tirantes ajustables, que solo se quitará para el aseo diario.
- Masajear la zona para reducir la inflamación.
- No levantar objetos pesados ni realizar ejercicios o movimientos bruscos.
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