… De entre todas ellas, unas estarían encaminadas a tratar la epidermis, por tanto, las arrugas superficiales, manchas, imperfecciones superficiales y por tanto el aspecto deslucido y falto de vida de una piel agredida por los agentes externos, mientras que otros actuarían sobre el tejido subcutáneo, contribuyendo a reestructurar el tejido colágeno, mejorar el soporte de la piel y eliminar así las arrugas profundas, los surcos de expresión o mejorar el volumen y proyección de labios, pómulos, etc.
Diversas sustancias han sido propuestas para conseguir la exfoliación o eliminación de las células epidérmicas muertas, procedimiento conocido como «Peeling». La piel, como todo órgano es un conjunto de elementos en equilibrio, por tanto su salud debe defenderse cuando todavía es joven con programas de renovación epidérmica. Frente a los peelings profundos tradicionales, químicos (a base de Fenol o Acido Tricloroacético) o físicos (Dermoabrasión) que suponen técnicas complejas, dolorosas en ocasiones y con riesgo de cambios en la coloración de la piel, el Cirujano Plástico también puede ofrecer nuevos procedimientos de rejuvenecimiento basados en el uso de sustancias activas que mejoran la renovación celular, reducen las arrugas superficiales, eliminan las manchas y controlan el acné, mejorando en definitiva la calidad de la piel. Este procedimiento conocido como «Dermaplaning» es indoloro y aplicable en la consulta. Consta de tres etapas: una de eliminación de células muertas que requiere de la habilidad del cirujano para realizar un suave raspado de la piel; una segunda etapa de aplicación de sustancias activas que destapa los poros, reduce el espesor del estrato externo de la piel atenuando las arrugas finas y eliminando las manchas, y una tercera etapa, consistente en un proceso de enfriamiento de la piel llamada «terapia criogénica» que reduce el tamaño de los poros y provoca una reacción antiinflamatoria inmediata, dejando la piel más suave, luminosa y juvenil.
Este tratamiento dura de 15 a 20 minutos por sesión y produce cambios inmediatos en el aspecto y textura de la piel. Frente a los peelings tradicionales presenta la ventaja de su no agresividad, con lo que se puede proceder al maquillado inmediato si se acostumbra y proseguir con las actividades cotidianas. Es por eso que se le ha denominado el «peeling de la hora de comer».
Cuando lo que buscamos es un tratamiento más profundo, que reestructure el soporte dérmico eliminando arrugas profundas, surcos de expresión, realzar el volumen de labios o pómulos o reesculpir el óvalo de la cara para conseguir un rostro más juvenil, podemos recurrir al empleo de diverso materiales de relleno. Han sido muchos y variados los empleados durante los últimos años, incluyendo oro, plata, seda, parafina, silicona, etc. En la actualidad podíamos distinguir dos grandes grupos de sustancias de relleno que podemos utilizar sin necesidad de cirugía: por un lado aquellos con los que obtendremos resultados duraderos al ser materiales sintéticos (Implantes Permanentes) y por otro, aquellos que van siendo reabsorbidos por el organismo (Implantes Biodegradables), por lo que requerirán inyecciones de retoque complementarias.
Entre los primeros (Permanentes) destacan por su frecuente uso en Cirugía Plástica materiales como el Softform® , el Gore-Tex ® o el Artecoll ®. Los dos primeros son materiales a base de PTFE (Politetrafluoroetileno), material utilizado durante más de 20 años para injertos vasculares o en la reparación de hernias. El Softform es un implante tubular hueco, suave, de sensación natural al tacto y el Gore-Tex se utiliza en forma de hilos o láminas microporosas, blandas y moldeables. Son fácilmente aplicables con anestesia local en el relleno de pliegues nasolabiales, comisura de labios y en el refuerzo de la definición del borde labial. Aunque se trata de materiales permanentes, pueden ser extraídos si se desea.
El Artecoll está formado por PMMA (Polimetilmetacrilato), material utilizado en implantes de cadera, cemento para huesos, lentes intraoculares, etc., en forma de microesferas homogéneas suspendidas en una solución de colágeno que se utiliza como microimplante inyectable. Una vez inyectado en el tejido subdérmico, el cuerpo degrada el colágeno en un periodo de 1 a 3 meses, mientras que las microesferas son encapsuladas por una formación de tejido fibroso, proporcionando así un resultado duradero. Al tratarse de un material microinyectable puede ser aplicado también en las líneas finas periorales, de la barbilla, del cuello, surcos horizontales de la frente, cicatrices de acné, etc.
En cuanto al segundo gran grupo de materiales de relleno, los Biodegradables, podemos hablar de materiales autólogos, esto es, tomados del propio paciente, como es el caso de las Microinfiltraciones de grasa, o hetrólogos, ajenos al paciente, como pueden ser las infiltraciones de Colágeno y de Acido Hialurónico.
Entre los primeros goza de gran aceptación por sus buenos resultados y su biocompatibilidad al ser la propia grasa del paciente la que se utliza, el sistema de Lipoescultura facial según el método Coleman ®. Se trata de extraer grasa mediante aspiración con jeringa fina del propio paciente en zonas como abdomen o cadera y, tras procesarla de manera adecuada mediante centrifugación y ultrafiltrado, reinyectarla con jeringas especiales en el tejido subdérmico de las zonas faciales que queremos rejuvenecer o realzar. Si bien como ya hemos dicho la grasa es un material reabsorbible, que tiene a desaparecer, con éste método logramos resultados duraderos de hasta 10 meses, sin problemas de rechazo al tratarse del propio tejido del paciente y con la posibilidad de repetición del tratamiento cuando se desee para renovar los resultados.
Entre los materiales reabsorbibles heterólogos, es decir, ajenos al organismo que los recibe, contamos con las inyecciones de Colágeno, habitualmente extraído de piel de ternera, y útil para el relleno de arrugas como las ya descritas con resultados que perduran de 3 a 6 meses, repetibles si se desea. Este material requiere de la realización de una prueba previa de alergia 4 semanas antes del tratamiento, inyectando una pequeña cantidad en el antebrazo y observando la aparición de inflamación o alergia que contraindiquen su uso. En segundo lugar, tenemos el Acido Hialurónico (Restylane ®), también biodegradable pero totalmente compatible al no ser de origen animal, por lo que no necesita test alérgico. Sus usos son los descritos para el colágeno, y sus resultados duran aproximadamente 1 año, pudiendo ser reutilizado cuando se desee.
Como ya comentamos, tanto el colágeno como el ácido hialurónico son componentes intrínsecos del tejido dérmico, por lo que su microinyección dentro del él aporta a la dermis las sustancias que el paso de los años van degradando, para intentar mantener así el tono y el aspecto de la piel juvenil. Como complemento a todo esto, goza de gran predicamento en la actualidad la aplicación sobre la piel de productos a base de Vitamina C, que ha demostrado su eficacia como antioxidante protegiendo la piel de las agresiones del humo del tabaco, la polución, las radiaciones ultravioletas del sol y el estrés, al tiempo que se sabe de sus efectos como hidratante, estimuladora de la microcirculación sanguínea, atenuante de las manchas cutáneas aclarando la piel y aceleradora de la reepitelización de las heridas. Logramos con ella contribuir , como coadyuvante de los tratamientos explicados, al mantenimiento de una piel más firme, más tersa, más luminosa y por tanto más joven.
Sea cual sea el método o material empleado, de acuerdo con los deseos y expectativas del paciente y con el asesoramiento profesional del Cirujano Plástico para que dichas expectativas sean realistas, podemos concluir con la idea de que en la actualidad, no sólo el paso por el quirófano rejuvenece, sino que la Cirugía Plástica también dispone de múltiples métodos que, correctamente indicados y aplicados, y con un seguimiento cercano, pueden ayudar a conservar los rasgos y la textura de la piel de un rostro juvenil.