Como en cualquier intervención, es necesario contar con toda la información relativa a una mamoplastia de aumento. En este artículo del blog, desvelaremos las claves al respecto de la cirugía de mamoplastia de aumento y los mitos que circulan a su alrededor, además, te contamos los beneficios estéticos y psicológicos de esta intervención ¿Nos acompañas? ¡Comenzamos!
¿Cómo se realiza una cirugía de mamoplastia de aumento?
Una mamoplastia de aumento es una técnica quirúrgica que tiene como fin remodelar o reconstruir la mama del paciente. En este caso, consiste en lograr un aumento de contorno y volumen a través de la colocación de implantes de silicona.
La cirugía necesariamente debe ser llevada a cabo por cirujanos plásticos en clínicas convenientemente equipadas. Suele administrarse anestesia general o local con sedación de acuerdo con el paciente y tiene una duración de una hora aproximadamente. El postoperatorio suele ser de un día para observación y después en régimen ambulatorio.
La cirugía estética de pecho es relativamente sencilla. El médico realiza un incisión bajo el músculo pectoral del paciente, por donde introducirá la prótesis. La misma no tiene contacto con la glándula mamaria por lo que no afecta la lactancia.
Temores y mitos relacionados a la cirugía de mamoplastia de aumento
Cuando una persona manifiesta que tiene pensado o decidido emprender una mamoplastia de aumento, suele encontrarse con personas “expertas” que creen saber detalles desconocidos o incluso ocultados por los médicos y expertos. Esto suele ser un aspecto negativo respecto a la cirugía estética de pechos. A continuación, enumeramos algunos mitos que rodean a este tipo de intervención:
- ¿Los implantes pueden producir cáncer? Este posiblemente sea el comentario más grave respecto al aumento de senos. No existe evidencia alguna que relacione el cáncer de mamas con personas con una operación de aumento de mamas. Incluso, los controles generales a los que se someten las personas operadas, en muchos casos ayudaron a una temprana detección de tumores.
- ¿Los pezones pierden sensibilidad luego de una mamoplastia de aumento? La persona operada puede sufrir una pérdida de sensibilidad los días posteriores a la operación. Esto se debe a una inflamación de los mismos. Con el paso de las semanas posteriores a la operación, la sensibilidad retorna a sus niveles habituales.
- ¿Las prótesis se deterioran con el tiempo? Con la tecnología actual, una prótesis puede perdurar toda la vida del paciente. Para esto, además de evitar accidentes que puedan dañarlas, es necesario acudir a los controles recomendados por el cirujano de cabecera.
- ¿El postoperatorio es muy doloroso? Este punto es muy variable, ya que depende tanto del tipo de incisión que realice el cirujano; como del umbral del dolor del paciente. Por lo general las pacientes no experimentan dolores intensos después de una mamoplastia de aumento.
Riesgos de la mamoplastia de aumento
La mamoplastia de aumento es una cirugía estética muy demandada que puede mejorar notablemente la autoestima y la confianza de muchas mujeres. Sin embargo, como cualquier procedimiento quirúrgico, conlleva ciertos riesgos que es fundamental conocer antes de tomar una decisión.
¿Cuáles son los riesgos específicos de una mamoplastia de aumento?
Aunque los avances en la cirugía plástica han minimizado considerablemente los riesgos asociados a la mamoplastia de aumento, es importante ser consciente de las posibles complicaciones. Algunos de los riesgos más comunes incluyen:
- Contractura capsular: Se trata de una de las complicaciones más frecuentes. Consiste en el endurecimiento del tejido cicatricial que se forma alrededor del implante, lo que puede provocar dolor, deformidad y una sensación de tensión en el pecho.
- Rotura del implante: Aunque los implantes mamarios son muy duraderos, existe la posibilidad de que se rompan, especialmente si se producen traumas en el pecho.
- Infección: Al igual que en cualquier cirugía, existe el riesgo de infección en la zona de la incisión.
- Hematoma: La acumulación de sangre debajo de la piel puede provocar dolor, inflamación y, en algunos casos, puede requerir drenaje quirúrgico.
- Cambios en la sensibilidad: Algunas pacientes experimentan cambios en la sensibilidad del pezón o de la areola después de la cirugía.
- Asimetría: Aunque el cirujano plástico se esforzará por lograr un resultado simétrico, puede haber ligeras diferencias en el tamaño o la forma de los senos.
- Necesidad de cirugía adicional: En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía de revisión para corregir complicaciones como la contractura capsular, la rotura del implante o la asimetría.
Factores que influyen en los riesgos
La probabilidad de experimentar complicaciones después de una mamoplastia de aumento puede verse influenciada por varios factores, como:
- Salud general: Pacientes con enfermedades crónicas o sistemas inmunológicos debilitados pueden tener un mayor riesgo de complicaciones.
- Hábito de fumar: El tabaco puede interferir con la cicatrización y aumentar el riesgo de complicaciones.
- Infecciones preexistentes: Las infecciones pueden aumentar el riesgo de complicaciones postoperatorias.
- Experiencia del cirujano: La elección de un cirujano plástico cualificado y experimentado es fundamental para minimizar los riesgos.
¿Cómo minimizar los riesgos?
Para minimizar los riesgos asociados a la mamoplastia de aumento, es importante:
- Elegir un cirujano cualificado: Investiga a fondo y elige un cirujano plástico certificado con amplia experiencia en este tipo de cirugía.
- Seguir las indicaciones postoperatorias: Es fundamental seguir al pie de la letra las instrucciones del cirujano para favorecer una buena cicatrización y evitar complicaciones.
- Ser realista con respecto a los resultados: Es importante tener expectativas realistas sobre los resultados de la cirugía.
Preparación preoperatoria de una mamoplastia de aumento
Si estás considerando una mamoplastia de aumento, es natural que te surjan dudas sobre cómo prepararte para la intervención. La fase preoperatoria es fundamental para garantizar una cirugía exitosa y una recuperación rápida y segura. A continuación, te explicamos detalladamente cómo es el proceso de preparación preoperatoria para una mamoplastia de aumento, qué debes tener en cuenta y las recomendaciones más importantes.
¿Por qué es importante la preparación preoperatoria?
La preparación para una cirugía de mamoplastia de aumento no solo tiene como objetivo minimizar los riesgos, sino también asegurarse de que tu cuerpo esté en las mejores condiciones posibles para enfrentar la intervención y el proceso de recuperación. Cada paciente es única, pero existen ciertas pautas generales que son claves para que todo salga de la mejor manera.
Primera consulta: evaluación inicial
El primer paso en la preparación para una mamoplastia de aumento es una consulta con un cirujano plástico especializado. Durante esta visita, el cirujano evaluará tu estado de salud general, tus expectativas con respecto a la cirugía y discutirá aspectos importantes como el tamaño y tipo de implante que mejor se adapten a tu cuerpo. Además, te pedirá una serie de pruebas médicas para asegurarse de que estás en condiciones de someterte a la intervención.
Pruebas médicas necesarias
Antes de la cirugía, es probable que te pidan realizar análisis de sangre, un electrocardiograma (si tienes más de 40 años o alguna condición preexistente) y una mamografía o ecografía mamaria para evaluar el estado de tus senos. Estas pruebas son esenciales para detectar posibles complicaciones y asegurar que todo esté en orden antes de la operación.
Cambios en tu estilo de vida
Una vez que tu cirugía esté programada, el cirujano te proporcionará una serie de recomendaciones para que llegues en las mejores condiciones al día de la intervención. Aquí algunos aspectos clave que debes tener en cuenta:
Dejar de fumar
Si eres fumadora, el cirujano te pedirá que dejes de fumar al menos un mes antes de la cirugía. El tabaco afecta negativamente la cicatrización y puede aumentar el riesgo de complicaciones postoperatorias como infecciones o problemas en la cicatrización de las heridas.
Ajustar la medicación
Es posible que se te indique dejar de tomar ciertos medicamentos antes de la cirugía, especialmente aquellos que puedan aumentar el riesgo de sangrado, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), aspirinas o algunos suplementos como el ginkgo biloba o el aceite de pescado. Asegúrate de informar a tu cirujano sobre cualquier medicamento que estés tomando para que pueda asesorarte adecuadamente.
Mantener una dieta equilibrada
Una dieta equilibrada en las semanas previas a la operación puede ayudarte a fortalecer tu sistema inmunológico y mejorar el proceso de cicatrización. Es recomendable evitar el consumo excesivo de sal y aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas A y C, que ayudan a reparar los tejidos.
Preparativos inmediatos antes de la cirugía
La noche anterior a la cirugía es crucial para asegurar que estés lista para la intervención. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
Ayuno
Es fundamental que sigas las indicaciones de tu cirujano con respecto al ayuno preoperatorio. Generalmente, se recomienda no consumir alimentos ni líquidos al menos 8 horas antes de la cirugía para evitar complicaciones durante la anestesia.
Preparación de la casa
Aunque el postoperatorio de una mamoplastia de aumento no suele ser largo, es conveniente que prepares tu casa para estar cómoda durante los primeros días de reposo. Ten a mano ropa suelta y cómoda, alimentos fáciles de preparar, y organiza tu espacio de descanso para no tener que hacer esfuerzos innecesarios.
Acompañante
El día de la cirugía, asegúrate de tener a alguien que te acompañe y te lleve de vuelta a casa. Aunque la intervención sea ambulatoria, necesitarás ayuda para moverte y realizar ciertas actividades básicas en las primeras 24 horas.
El día de la cirugía
El día de la cirugía, deberás acudir al centro médico sin maquillaje, joyas o productos cosméticos en la piel. Viste ropa cómoda, preferiblemente con botones o cremalleras al frente, ya que no podrás levantar los brazos fácilmente después de la intervención. Antes de entrar al quirófano, el cirujano marcará el área donde se colocarán los implantes y te recordará las instrucciones postoperatorias.
Cuidados postoperatorios de una mamoplastia de aumento
A pesar que los efectos de la operación sean inmediatos en el cuerpo del paciente, los resultados definitivos del aumento de mamas se observarán en unos meses. Para lograr los resultados pretendidos, es fundamental seguir al pie de la letra los cuidados indicados por el cirujano que realizó la intervención. A pesar que cada paciente es única, los cuidados más generales son:
1. Utilización de vendaje compresivo o sujetador postoperatorio
Después de la operación, es habitual que el cirujano coloque un vendaje compresivo o un sujetador postoperatorio. Este tipo de soporte ayuda a mantener los implantes en la posición correcta mientras los tejidos cicatrizan y reducen la inflamación. Aunque antiguamente se recomendaba el uso de un corsé rígido, hoy en día se prefiere este tipo de prendas más flexibles, que ofrecen la misma sujeción sin causar incomodidad. Es fundamental llevar el vendaje o sujetador el tiempo indicado por el cirujano, generalmente durante las primeras 4 a 6 semanas. Esto garantiza una correcta cicatrización y minimiza el riesgo de complicaciones como la contractura capsular.
2. Postura para dormir: Evitar dormir boca abajo
Una de las recomendaciones más importantes durante las primeras semanas es evitar dormir boca abajo. Esta posición puede ejercer presión innecesaria sobre los implantes y dificultar la recuperación. Lo ideal es dormir boca arriba, con el torso ligeramente elevado para reducir la inflamación. Utilizar almohadas adicionales o una cuña de cama puede ayudar a mantener una postura adecuada y evitar movimientos bruscos durante la noche. Los pacientes suelen encontrar comodidad en esta posición hasta que el proceso de curación haya avanzado lo suficiente como para dormir de lado, lo cual puede tardar entre 4 a 6 semanas.
3. Evitar actividad física intensa
Durante las primeras semanas tras una mamoplastia de aumento, es fundamental evitar cualquier tipo de actividad física intensa o que implique movimientos bruscos de los brazos y el torso. Esto incluye deportes, levantar objetos pesados, e incluso tareas domésticas que requieran esfuerzo. Las actividades que involucren el tren superior, como el levantamiento de pesas, las clases de yoga o cualquier tipo de ejercicio de alta intensidad, deben ser evitadas por completo durante al menos 4 a 6 semanas. El ejercicio ligero, como caminar, está permitido, y de hecho, se recomienda para mejorar la circulación y reducir el riesgo de coágulos sanguíneos.
4. Higiene y cuidado de las incisiones
El cuidado adecuado de las incisiones es crucial para evitar infecciones y favorecer una cicatrización limpia. Dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada, las incisiones pueden encontrarse en diferentes lugares, como debajo del pecho, alrededor de la areola o en la axila. El cirujano proporcionará instrucciones específicas sobre cómo mantener las incisiones limpias y secas. Generalmente, se recomienda evitar mojar las zonas operadas durante los primeros días, hasta que las curas iniciales se hayan realizado. Es probable que te aconsejen el uso de jabones antisépticos o soluciones salinas para limpiar suavemente el área. También es importante evitar la exposición directa al sol para prevenir la pigmentación de las cicatrices.
5. Gestión del dolor y la inflamación
Durante los primeros días posteriores a la cirugía, es normal experimentar dolor, inflamación y sensibilidad en la zona operada. Tu cirujano te recetará medicamentos para el dolor que deberás tomar según las indicaciones, así como antiinflamatorios si son necesarios. La inflamación suele ser más notable durante las primeras 48 horas, pero puede persistir durante varias semanas antes de disminuir por completo. Además de los medicamentos, aplicar compresas frías en las zonas indicadas por tu médico puede ayudar a reducir la hinchazón de manera natural. Sin embargo, nunca debes aplicar hielo directamente sobre la piel para evitar quemaduras o lesiones.
6. Evitar el consumo de tabaco y alcohol
El tabaco es uno de los principales factores de riesgo que pueden comprometer la correcta cicatrización de las heridas, ya que afecta el flujo sanguíneo y reduce la capacidad del cuerpo para regenerar los tejidos. Si eres fumadora, lo ideal es que dejes de fumar varias semanas antes de la operación y, por supuesto, durante todo el proceso postoperatorio. Asimismo, el consumo de alcohol puede interferir con los medicamentos recetados, aumentar el riesgo de sangrado y deshidratación. Lo recomendable es abstenerse del consumo de alcohol hasta que hayas completado la fase inicial de recuperación.
7. Seguimiento médico y revisiones periódicas
Uno de los aspectos más importantes en el proceso postoperatorio es acudir a todas las revisiones periódicas programadas con el cirujano. Estas visitas permiten al médico evaluar cómo está evolucionando la recuperación, revisar las cicatrices y asegurarse de que los implantes estén en la posición correcta. Durante estas consultas, el cirujano también podrá responder cualquier duda que tengas sobre el proceso de recuperación y ajustará las indicaciones según sea necesario. Es crucial mantener una comunicación abierta con el médico para reportar cualquier signo inusual, como fiebre, dolor intenso o secreción en la zona de las incisiones.
Beneficios estéticos y psicológicos de una mamoplastia de aumento
A pesar de que muchas personas consideran a la mamoplastia de aumento como solo una cirugía de mamas con fines estéticos, se registraron números casos de pacientes que reforzaron su autoestima y confianza.
La posibilidad de seleccionar el tamaño del implante por uno que consideren adecuado y armónico con su figura es gratificante para muchos. Esto les permite seleccionar la vestimenta que consideran adecuada y con la que se sienten seguras y cómodas.
Además, la mamoplastia de aumento puede generar un aumento en la confianza de la persona. A pesar que esto puede sonar superficial, para muchas personas es un cambio valioso para sus vidas. Es especialmente relevante señalar que una cirugía de aumento de pechos no soluciona problemas preexistentes de autoestima.
La mamoplastia de aumento también es una solución ante ciertas condiciones clínicas en mujeres. Atrofias en el desarrollo de las mamas; asimetrías en el tamaño entre mamas o entre la caja torácica y el tamaño de los senos; atrofias postparto o caídas luego de lactancia, son algunos casos donde esta intervención surge como una solución quirúrgica.
Conclusiones respecto a la mamoplastia de aumento
Si estás pensando en someterte a una mamoplastia de aumento, esperamos que este articulo haya sido aclaratorio. Cualquier información que se obtenga debe ser un punto de partida para profundizar aquellos temas que te llamen la atención.
Ten en cuenta que cualquier duda respecto a la intervención y los cuidados posteriores a ella deben ser aclarados por tu cirujano. Además, recomendamos un análisis clínico completo antes de realizarte la intervención. Incluso, si tienes dudas respecto a las razones que te empujan a realizarte la mamoplastia de aumento, te recomendamos no descartar solicitar una consulta con un psicólogo o terapeuta.
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Preguntas frecuentes sobre la cirugía de mamoplastia de aumento
La mamoplastia de aumento es una cirugía estética que busca incrementar el tamaño y mejorar la forma de los senos mediante la colocación de implantes de silicona o salina. Esta intervención permite a las mujeres sentirse más seguras y cómodas con su cuerpo.
Existen principalmente dos tipos de implantes mamarios:
Redondos: Tienen una forma uniforme y ofrecen un aspecto más voluminoso.
Anatómicos: Simulan la forma natural del seno, con una parte superior más llena y una inferior más plana.
La elección del implante dependerá de tus características individuales y de los resultados que deseas obtener.
El procedimiento suele realizarse bajo anestesia general y dura entre 1 y 2 horas. El cirujano crea una incisión en una zona discreta (bajo el seno, alrededor de la areola o en la axila) para introducir el implante.
Como cualquier cirugía, la mamoplastia de aumento conlleva ciertos riesgos, como:
Infección: Aunque poco frecuente, puede requerir tratamiento antibiótico.
Hematoma: Acumulación de sangre que puede requerir drenaje.
Cápsula contractura: Formación de tejido cicatricial alrededor del implante que puede endurecer el seno.
Pérdida de sensibilidad: Puede ser temporal o permanente.
El tiempo de recuperación varía de una persona a otra, pero generalmente se recomienda evitar actividades físicas intensas durante las primeras semanas. La mayoría de las mujeres pueden retomar sus actividades normales en unas pocas semanas.
La duración de los implantes es variable y depende de diversos factores, como el tipo de implante, la calidad del material y los cuidados postoperatorios. Sin embargo, la mayoría de los implantes pueden durar muchos años.
Si planeas quedarte embarazada en el futuro, es importante discutir con tu cirujano cómo la cirugía puede afectar la lactancia. En algunos casos, la lactancia puede verse afectada, pero esto depende de la ubicación de la incisión y del tipo de implante.
Para prepararte para la cirugía, tu cirujano te proporcionará instrucciones específicas. Generalmente se recomienda dejar de fumar, evitar ciertos medicamentos y seguir una dieta saludable.