En este artículo, te damos a conocer todo lo que necesitas saber acerca de la evolución de la cirugía estética. Un repaso desde la cirugía de nariz tradicional, a la rinoplastia ultrasónica.
A día de hoy, la corrección de la forma de la nariz mediante rinoplastia ultrasónica es una de las cirugías plásticas más comunes. La finalidad de este tipo de operación no es únicamente estética, sino que numerosas personas se someten a una cirugía nasal por diferentes motivos, como corregir malformaciones del tabique nasal o mejorar su capacidad respiratoria. Incluso para reparar lesiones en el cartílago debidas a traumatismos.
Pero, al igual que no existe un único motivo para acudir al cirujano estético con el fin de retocarse la nariz, tampoco hay un solo procedimiento para llevarlo a cabo.
No siempre se empleó la técnica ultrasónica, gracias a la investigación médica, unida al progreso tecnológico, nos ha permitido disponer de nuevas técnicas de remodelación nasal que proporcionan resultados más precisos y satisfactorios para el paciente, al tiempo que se acortan los tiempos de recuperación postoperatoria.
De esta forma, la rinoplastia convencional a base de martillo y cincel se ha encontrado con nuevos modos de realizar la cirugía de la nariz, como es la rinoplastia ultrasónica. Si quieres saber en qué se diferencian ambos procedimientos, cuál es el más indicado en cada caso y qué ventajas y desventajas tiene uno sobre el otro, sigue leyendo este artículo. Te lo desvelamos todo y así tendrás una mejor información para poder tomar la decisión más acertada. Y si lo que necesitas es saber algo más sobre la rinoplastia ultrasónica en Madrid ¡Toma nota!
Evolución de la cirugía estética: Características de la rinoplastia tradicional
En la cirugía de nariz tradicional, los cambios en la forma nasal se consiguen utilizando un escoplo (especie de cincel), un martillo y una lima como herramientas principales. Con el uso de estos utensilios, el cirujano va tallando poco a poco el hueso de la nariz de forma manual hasta obtener la forma deseada por el paciente, previamente acordada.
La intervención se realiza con anestesia general o local, con sedación, y puede durar entre una y dos horas, o incluso más en los casos complejos. El cirujano tiene que separar la piel de la estructura ósea y cartilaginosa de la nariz para poder esculpir el hueso con la forma deseada. Después la piel se redistribuye de nuevo sobre el soporte ya retocado y se sujeta con puntos.
Este tipo de cirugía es abierta. Sin embargo, hay ocasiones en que es preferible hacerlo por el interior de la nariz, a través de una pequeña incisión cuya cicatriz queda prácticamente invisible. Como en cualquier intervención, es el cirujano el que debe asesorar a su paciente de la mejor técnica a emplear según los resultados que se quieran obtener y la situación de la que se parta.
Principales limitaciones de la rinoplastia tradicional
Aunque la técnica utilizada en la rinoplastia tradicional puede ser la forma más rápida de obtener los resultados que se buscan con la corrección de la nariz, este tipo de cirugía nasal lo que hace es fracturar el hueso, lo que puede provocar que otros tejidos como el cartílago o las mucosas se dañen. Como consecuencia, el riesgo de inflamación nasal, edema facial y hematomas postoperatorios es muy alto.
Entre las principales limitaciones de la rinoplastia tradicional se encuentran las siguientes:
- Resulta más difícil diseccionar la zona con precisión al ser un trabajo completamente artesanal y manual.
- Hay un mayor riesgo de fracturar el hueso de forma indebida e impredecible, por lo que se pueden generar asimetrías u otras irregularidades.
- Al limar el dorso óseo es fácil que se lesionen otros tejidos próximos al hueso, como cartílagos blandos, piel e incluso vasos sanguíneos.
- Como consecuencia de lo anterior, existe mayor riesgo de sufrir edema, hinchazón nasal o hematomas.
- Es más fácil que se produzcan asimetrías e incluso callos óseos.
Evolución de la cirugía estética: Características de la rinoplastia ultrasónica
Fruto de la evolución en la investigación médica y de los avances en el desarrollo de la tecnología aplicada a la medicina estética es la rinoplastia ultrasónica. Se trata de un tipo de cirugía estética de la nariz de última generación que utiliza la energía ultrasónica y el bisturí piezoeléctrico (también llamado piezotomo ultrasónico) para remodelar el hueso nasal.
La principal novedad de esta cirugía por ultrasonidos, y la más ventajosa frente a la rinoplastia convencional, es que el cirujano trabaja de manera selectiva sobre la parte dura de la nariz, sin posibilidad de lesionar los tejidos blandos adyacentes. Además, con el bisturí piezoeléctrico, que se sirve de ondas ultrasónicas, se cortan los tejidos reduciendo las cicatrices y minimizando el sangrado.
La rinoplastia de ultrasonido dura de media unos 90 minutos, y requiere, como la tradicional, anestesia general o local con sedación. Respecto a los cuidados después de la rinoplastia, la operación ultrasónica no difiere demasiado de la tradicional. En los dos días posteriores, el paciente tiene que llevar tapones nasales en los orificios para evitar la hemorragia, así como una férula de plástico durante una semana para estabilizar el tabique.
Cómo afecta en los resultados el emplear una técnica u otra
El objetivo de cualquier operación de rinoplastia, ya sea convencional o ultrasónica, es conseguir una mayor armonía facial cambiando la forma, el tamaño o el ángulo de la nariz. Sin embargo, mientras en la rinoplastia tradicional hay que cincelar y raspar el hueso de forma más contundente y, quizás, agresiva, con la tecnología del ultrasonido es posible modelar hasta los huesos más delgados y quebradizos sin ningún temor a generarse fracturas y sin provocar daños a otros tejidos blandos, como la piel, la mucosa o los cartílagos débiles.
El piezobisturí que maneja el cirujano en la rinoplastia ultrasónica le permite cortar el hueso de una forma controlada, casi dibujando el perfil de la nariz y sin provocar asimetrías e irregularidades. De esta forma resulta prácticamente imposible romper el hueso por un sitio indeseado. Esto da como resultado operaciones más controladas y precisas y unos resultados más fieles a las expectativas del paciente. Es por esto que se suele recomendar esta técnica, sobre todo cuando se busca conservar al máximo la estructura base de la nariz y conseguir un aspecto más natural.
La recuperación es también diferente en ambos casos. Con la rinoplastia ultrasónica, el tiempo de recuperación después de la operación es más rápido que con la convencional (unas tres semanas). Al provocar un menor traumatismo, hay bajo riesgo de edema facial, hinchazón nasal y equimosis o moratones, que son, precisamente, efectos secundarios habituales en la rinoplastia convencional, y suponen uno de los principales inconvenientes que muchos pacientes tienen en cuenta a la hora de decantarse por un tipo u otro de intervención.
El dolor postoperatorio es también bastante infrecuente con la técnica del ultrasonido, y en caso de darse, suele ser de poca intensidad. En ese caso, el médico siempre puede prescribir una medicación analgésica para el manejo del dolor que, junto con los antibióticos postoperatorios, harán la recuperación algo más llevadera para el paciente. Quienes se operan su nariz de esta forma pueden volver a su vida cotidiana rápidamente. Asimismo, la tasa de complicaciones postoperatorias o la necesidad de una segunda corrección de la nariz son mínimas.
Para unos resultados más satisfactorios, es importante llevar a cabo la pauta de cuidados de la nariz que te aconseje tu cirujano durante el postoperatorio de la rinoplastia ultrasónica. Sobre todo los relativos a los cuidados de la herida tras la operación, con el fin de conseguir una cicatrización nasal perfecta. Debes someterte a visitas de seguimiento por parte del facultativo y a una serie de restricciones postoperatorias como las relativas al deporte, que se debe evitar en las primeras seis semanas, así como al hábito de fumar o al contacto directo del agua en la nariz, que igualmente debe evitarse en los primeros días.
Importancia de la tecnología en el mundo de la medicina estética
La rinoplastia ultrasónica y la precisión de sus resultados es un claro ejemplo de cómo la tecnología avanzada aplicada al campo de la medicina estética se pone al servicio del paciente para ofrecerle mejores resultados con menos dolor y menos efectos secundarios. Y es que, sin duda hoy, en el campo de la medicina como en cualquier otro, la tecnología nos permite dar una respuesta más eficaz, con índices más altos de seguridad y menores cotas de invasividad y de procesos dolorosos para el paciente.
En el Instituto de Cirugía Estética Millán Mateo, en Madrid, contamos con tecnología de vanguardia clave para proporcionarte resultados naturales y poco invasivos. Nuestras señas son la confianza de la calidad, el rigor médico y un método clínico singular que nos convierte en un centro único de referencia. Estamos asimismo especializados en rinoplastia en Madrid, incluyendo la rinoplastia ultrasónica. No dudes en consultarnos, tanto si quieres profundizar en cualquier aspecto de esta operación estética como si buscas saber el precio de la rinoplastia, contacta con nuestro equipo. Pondrás tu salud y tu nariz en las mejores manos.