Un pecho demasiado voluminoso puede ocasionar a las mujeres que lo tienen problemas médicos como dolores de espalda, hombros y cuello, dificultad para respirar correctamente, irritación cutánea bajo los senos o problemas en la movilidad.
En ocasiones, incluso actividades cotidianas como vestirse o practicar deporte pueden suponerles cierto malestar e incomodidad. Afortunadamente existe solución para corregir el problema de un pecho demasiado grande. Uno de los tratamientos médico estéticos más eficaces es la cirugía de reducción de pecho.
Esta cirugía, que se conoce también como reducción mamaria o mamoplastia de reducción, es un procedimiento quirúrgico cuyo objetivo es reducir volumen de los senos y conseguir que estos tengan un tamaño proporcionado al resto del cuerpo. Además, en la misma intervención se hace lo necesario para lograr unas mamas firmes y armoniosas y un pecho natural. A continuación te damos más detalles sobre la reducción de pecho en Madrid.
La paciente ideal para una reducción de pecho
Para que un cirujano plástico pueda realizar una cirugía de reducción de pecho a una paciente es necesario que ésta haya desarrollado las mamas por completo. Por eso no está recomendada en adolescentes, salvo casos muy excepcionales, ya que de practicarse a edades muy tempranas, las pacientes podrían volver a necesitar operarse pasado el tiempo.
La mamoplastia de reducción se recomienda, por lo tanto, a mujeres adultas que están descontentas con el volumen excesivo de su pecho. Sobre todo es una técnica idónea en el caso de mujeres que desean librarse de los problemas físicos o de tipo psicológico que les acarrear tener un pecho demasiado grande. Los problemas más habituales por los que practicamos la operación de reducción de pecho en la clínica del Dr. Millán en Madrid son:
- Molestias físicas. La hipertrofia mamaria que deriva en el aumento excesivo del pecho puede ocasionar una sobrecarga de peso que acarrea dolor de cuello, espalda y hombros. Para estos casos, la reducción mamaria conseguirá reducir el dolor y la incomodidad, al tiempo que evitará que se desarrollen o se agraven problemas en la columna vertebral.
- Malestar psicológico. Las mujeres que presentan senos demasiado grandes en proporción al resto de su cuerpo pueden llegar a sentirse incómodas y perder cierta confianza en sus relaciones con los demás, e incluso en sus relaciones de pareja. Sin embargo, gracias a la mamoplastia de reducción, es muy fácil que vuelvan a sentirse a gusto consigo mismas y que tengan relaciones plenas y satisfactorias.
- Problemas estéticos. La cirugía de reducción de pecho es aconsejable para mujeres que presentan diferencias notables de tamaño entre ambas mamas. Las asimetrías de senos suelen darse frecuentemente en mujeres que han pasado varios embarazos, y especialmente a partir de los 50 años. Para solucionar este problema también existe la operación de asimetría mamaria, que busca justamente armonizar el pecho de la mujer con resultados naturales.
Proceso de la reducción de pecho o mamoplastia de reducción
Mediante la extirpación de piel, tejido mamario y tejido graso se consigue reducir el volumen de los senos. Este tratamiento busca lograr un equilibrio entre lo estético y lo saludable, porque con la cirugía de reducción de pecho, además de mejorar el tamaño y la forma de las mamas, también se corrigen y alivian los problemas de salud descritos anteriormente.
Los principales efectos de la reducción mamaria son la definición de unos senos proporcionados al tamaño del tórax, la corrección de asimetrías en las mamas y lograr una silueta más equilibrada y armónica.
El procedimiento de esta intervención se divide en tres etapas:
- Previamente a la cirugía: antes de realizar una mamoplastia de reducción, es necesario realizar un estudio mamográfico y una exploración de los pechos con el fin de evaluar la forma, el tamaño y la tersura de la piel. De esta forma, el médico podrá determinar la técnica quirúrgica más adecuada en cada caso y la forma de las mamas que quedará tras la intervención. También será necesario certificar el estado de salud para saber si está en condiciones de pasar por una cirugía.
- Intervención de reducción mamaria: la cirugía para reducir el volumen de los senos se puede realizar en régimen ambulatorio o con un día de hospitalización. Asimismo, se puede practicar con anestesia local y sedación o con anestesia general. Será el médico quien decida en cada caso. En cuanto al tipo de incisiones que se practican en esta intervención, hay tres variedades: circumareolar, vertical y en “T” invertida. A través de ellas se extrae el exceso de grasa y tejido mamario, y también se elimina la piel sobrante. A continuación, se recoloca la areola y el pezón a su nueva ubicación. La duración de este proceso oscila entre 2 y 4 horas.
- Postoperatorio: al finalizar la reducción mamaria, se colocan unos tubos de drenaje y se vendan los senos. Pasados dos días, debe sustituirse el vendaje por un sujetador especial. Uno de los posibles efectos que puede ocurrir es la pérdida de sensibilidad en los pezones, pero es algo temporal. Aproximadamente después de una semana tras la operación, ya es posible hacer una vida más o menos normal, evitando en la medida de lo posible realizar grandes esfuerzos con los brazos y practicar ejercicio físico durante un mes.
Resultado de una cirugía de reducción de pecho: antes y después
La mejora en el volumen y en la forma de los pechos tras la cirugía de reducción de mamas se aprecia de inmediato. No obstante, es necesario esperar a que se produzca la evolución normal de las cicatrices y los tejidos para comprobar los resultados definitivos. Esto suele suceder a los seis meses y hasta un año después, aunque es preciso saber que las cicatrices no desaparecen por completo.
Como efectos de la operación, puedes conseguir unos senos más pequeños y firmes, con una forma más proporcionada al resto del cuerpo y con una posición de los pezones más elevada. Con ello, se mejora significativamente la estética de esta zona y al mismo tiempo se reducen los problemas de salud derivados del exceso de volumen del pecho. Los resultados son más naturales y mejora la calidad de vida de la paciente.
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